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1. Son saludables
Los productos ecológicos son más saludables en tanto que están libres de restos tóxicos persistentes provenientes de pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes, muchos de ellos empleados en la agricultura usual para suprimir insectos o bien plagas y luchar contra las enfermedades, y que a medio o bien largo plazo pueden dañar nuestro organismo. Al no contener substancias artificiales, los comestibles provenientes de la agricultura ecológica son asimilados adecuadamente por el organismo sin trastocar las funciones metabólicas. Conforme los expertos en alimentación, una gran parte de las enfermedades degenerantes tienen su origen en la nutrición.
Otra característica de la agricultura ecológica es que, al cultivar los comestibles en suelos equilibrados por fertilizantes naturales, los productos son más nutritivos puesto que poseen unos niveles más altos de vitaminas –especialmente la C–, minerales esenciales –calcio, magnesio, hierro, cromo…–, antioxidantes –que asisten a prevenir determinadas enfermedades como el cáncer–, hidratos de carbono y proteínas.
2. No poseen aditivos sintéticos
Los comestibles ecológicos no poseen aditivos de síntesis que pueden provocar inconvenientes en la salud como insuficiencias cardiacas, osteoporosis, jaquecas y hiperactividad.
Podemos destacar que los productos biológicos, cultivados sin el empleo de agroquímicos, respetando los ritmos naturales y sin aditivos, son equilibrados y riquísimos en nutrientes.
Por otra parte, diferentes estudios han probado que no es indispensable la integración de substancias de síntesis en el cultivo o bien producción de comestibles ni en su conservación siguiente.
No hace falta buscar productos fuera de temporada para llenar las necesidades nutricionales de nuestro organismo.
3. No poseen pesticidas
Cientos de pesticidas químicos son empleados frecuentemente en la agricultura usual lo que hace que restos de restos de pesticidas aparezcan en los comestibles provenientes de esta agricultura que ingerimos a diario.
Diferentes estudios toxicológicos efectuados prueban la relación existente entre los pesticidas y ciertas nosologías como el cáncer, las alergias y el asma.
El empleo de pesticidas asimismo es perjudicial para la salud del trabajador agrícola, un problema grave singularmente en países en desarrollo, donde el empleo de pesticidas está poco regulado.
Por su parte, la utilización de estas substancias daña el medioambiente y acarrea un costo auxiliar a la sociedad, en tanto que esta debe suprimir los restos que los pesticidas dejan en la naturaleza.
4. Sin organismos genéticamente cambiados
En la agricultura ecológica no se autorizan los organismos genéticamente cambiados (OGM).
El cultivo de OGM puede tener consecuencias negativas para el medioambiente y faltan investigaciones sobre las consecuencias en un largo plazo del cultivo transgénico; en nuestros días no existen resultados científicos que prueben que el cultivo de OGM y los comestibles transgénicos sean inofensivos para el medioambiente y la salud humana, y se ignora si la ingesta de plantas cambiadas genéticamente supone un riesgo directo para la salud, si bien hay rastros que muestran una repercusión en el metabolismo.
La agricultura con organismos genéticamente cambiados conduce cara la uniformidad genética y con esto cara una erosión genética, lo que significa una pérdida de pluralidad, con grandes extensiones de un mismo cultivo.
La agricultura ecológica desea preservar y también impulsar la pluralidad genética de las especies y tipos, y con esto la riqueza de los paisajes de cultivo.
5. Pues no poseen antibióticos
Hoy en día hay una preocupación sobre el creciente empleo de antibióticos en la ganadería tradicional y los posibles efectos sobre la salud humana.
Los estándares de control del reglamento europeo prohíben el empleo de antibióticos en la ganadería ecológica, hecho que favorece la salud de los usuarios.
El tratamiento veterinario que se dispensa al ganado, salvo salvedades muy tipificadas, es muy frecuentemente homeopático; esto quiere decir que los animales se cuidan de forma precautoria, eludiendo la administración de antibióticos, tranquilizantes o bien hormonas.
6. Por el hecho de que respetan el medioambiente
Respetar el medioambiente es una de las máximas de los productos ecológicos; cuando consumimos comestibles de cultivo ecológico cooperamos en la conservación del medioambiente y eludimos la polución de la tierra, el agua y el aire.
La agricultura ecológica es la más respetuosa con la fauna, la que produce una polución más baja de sprays, genera menos dióxido de carbono, previene el efecto invernadero, no produce restos contaminantes y ayuda al ahorro energético y de los gobiernos, puesto que en el cultivo y en la preparación de los productos se aprovecha el máximo de recursos renovables.
Se puede destacar que la minoración de la diversidad biológica es uno de los primordiales inconvenientes ambientales de la actualidad; la agricultura orgánica conserva las semillas para el futuro, impidiendo, así, la desaparición de ciertas variedades de gran valor nutritivo y cultural.
7. Tienen máximos niveles de calidad
Los comestibles ecológicos proceden de la agricultura ecológica, que emplea un sistema de producción de la máxima confiabilidad puesto que está sujeto a una trazabilidad desde el campo hasta la mesa a través de el Reglamento Europeo 2092/91.
Todos y cada uno de los agentes que intervienen en la cadena agroalimentaria están sujetos al control y también inspección de las materias primas empleadas, el proceso de preparación, el envasado, el etiquetado, etcétera a través de las compañías de control y certificación acreditadas.
8. Son respetuosos con el bienestar animal
El reglamento europeo contempla medidas concretas para la ganadería ecológica en lo relativo a la habitabilidad en las granjas con el propósito de eludir el agobio de los animales y fortalecer el desarrollo en semi libertad.
Esta clase de ganadería deja que los animales medren a su ritmo natural y en unas condiciones de vida convenientes.
Los animales no son manipulados artificialmente o bien de forma intensiva para conseguir una mayor producción, puesto que, entre otros muchos aspectos, no se practica la inseminación artificial ni se emplean hormonas.
La nutrición de estos animales está basada en pastos naturales, leche preferentemente de su madre, y piensos y forrajes ecológicos, exentos de pesticidas, fertilizantes y transgénicos.
Es esencial resaltar que un animal bien cuidado y sin agobio genera más y disfruta de más salud.
Otra característica de la ganadería ecológica es que potencia las variedades autóctonas, que son las que mejor se han amoldado a las condiciones de la zona.
9. Por el hecho de que son respetuosos con la naturaleza
La agricultura ecológica; fertiliza la tierra y frena la desertificación; favorece la retención del agua y no contamina los acuíferos; promueve la biodiversidad; sostiene los hábitats de los animales silvestres, dejando y favoreciendo la vida de numerosas especies; respeta los ciclos naturales de los cultivos, eludiendo la humillación y polución de los ecosistemas; favorece la biodiversidad y el equilibrio ecológico por medio de diferentes prácticas: rotaciones, asociaciones, abonos verdes, setos, ganadería extensiva, etc.; potencia la fecundidad natural de los suelos y la capacidad productiva del sistema agrario; recicla los nutrientes incorporándolos nuevamente al suelo como compost o bien abonos orgánicos, y emplea de forma inmejorable los recursos naturales.
Resumiendo, respeta el equilibrio de la naturaleza contribuyendo a la preservación del ecosistema y al desarrollo rural sustentable.
10. Por el hecho de que son más sabrosos
Los productos ecológicos, siendo elaborados de forma más artesanal y cautelosa, recobran los gustos originales y tienen mejor sabor.
Dado a que las plantas solo son regeneradas y fertilizadas orgánicamente, estas medran más sanas y se desarrollan de mejor manera, preservando el genuino aroma, color y sabor.
Por esta razón, muchos usuarios prefieren comestibles ecológicos, puesto que preservan el auténtico gusto de cada ingrediente y les deja recobrar el sabor tradicional de los comestibles.
Además de esto, los comestibles ecológicos se preservan mejor que los usuales.
En suma, los productos ecológicos saben mejor y son más sabrosos que los comestibles convencionales; solo hay que probarlos y equiparar.
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